Existen diferentes estilos de enseñanza. Éstos los entendemos como la manera de comunicar los contenidos.
En la E.F. podemos utilizar el visual, auditivo o táctil. Tienen que ver con la máxima participación del profesorado y mínima participación del alumno o al contrario, mínima participación del profesor y máxima por parte del alumno.
Los autores de los libros más famosos sobre los estilos de aprendizaje son: Mosston i Asworth
Ahora pasamos a ocuparnos de cómo se pueden llevar a cabo cada método a la práctica, diferenciando en los tres grupos que hemos separado las técnicas de enseñanza:
- Instrucción directa: estilo directivo. Los profesores deciden cuál es la tarea, cuándo se empieza y acaba.
Dentro de esta técnica, encontramos cinco estilos de enseñanza (ordenados de mayor a menor directividad docente):
o Mando directo: el elemento clave es: el ritmo de decisión. Es decir, además de que todo lo deciden ellos, son también los que van marcando el ritmo que deben llevar los alumnos.
Por ejemplo, las tablas de gimnasia, clases de aerobic,…donde todos van al ritmo que impone el profesor.
o Asignación de tareas: no se marca el ritmo de ejecución, sino que cada uno se adapta a sus circunstancias, y sólo se marca el cambio de ejercicio.
Por ejemplo, actividades jugadas, prácticas y ejercicios.
o Enseñanza recíproca: se trata de la asignación de tareas, más la observación de la actuación de un compañero, con la consecuente evaluación. El alumno se implica analizando. Esto aprendizaje lo que genera son mmcc de carácter impreso. El profesor establece criterios de evaluación de forma escrita.
Las planillas tienen que estar escritas, porque es la evaluación que propone el profesor, y, así utilizar todos los mismos criterios.
Encontramos dos formas de evaluar: poniendo criterios dicotómicos, o valorar en que medida lo realiza puntuando por ejemplo, de 0 a 3.
Para evaluar, lo más normal es fijarse en dos o tres criterios. Si el ejecutante sabe el criterio, puede concentrarse solo en ese criterio y olvidar los otros, por eso es importante que el ejecutante no sepa en qué te vas a fijar.
El número de repeticiones para poderlo evaluar lo establece el profesor. Con este aprendizaje se puede trabajar tanto por parejas como por tríos.
o Autoevaluación: uno mismo se auto-observa. El alumno sabe más o menos, aquello en lo que le vas a evaluar. Para utilizar esta técnica, el alumno debe tener la suficiente madurez para ser honrado.
o Inclusión: proponer diferentes niveles de dificultad, y los alumnos eligen. Cada uno participa en el lugar que le corresponde, según el éxito que obtenga.
En este grupo que hemos explicado, la característica común es que el profesor dice lo que se tiene que hacer.
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